lunes, 31 de mayo de 2010

La santisima trinidad


El Domingo 30 de mayo de este año se celebró la solemnidad de la santisima trinidad, una verdad de fe que es muy difícil de comprender y asimilar por la mente humana, y que nos dice que solo existe un Dios y que en este Dios existen tres personas que tienen una misma naturaleza (Divina, excepto el Hijo que tiene naturaleza divina y humana, ya que solo él se hizo hombre) y un solo entendimiento, o sea, lo que piensa el Padre, lo piensa el Hijo y el Espiritu Santo.

Pero como podemos tener verdadera certeza de que esto es "verdadera verdad". Primero podemos ir a diversos pasajes bíblicos en donde Jesús dice "El Padre y yo somo una misma cosa"(Jn 10, 22-42) y cuando el mismo dice a sus Apostoles que le enviará el "Espiritu de la verdad" (Jn 15, 26; Jn 16, 13) y en otro pasaje se afirma de si mismo "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14, 6), por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de finalmente los tres son una misma cosa.

Claramente este tema da para mucho, aún así, debemos tener bien en claro que nunca entenderemos completamente el gran misterio de Dios.

Un ejemplo de esto es lo que le ocurrió a San Agustín, el cual un día estaba pensando como poder entender el Misterio de la Santisima Trinidad y cómo explicarlo de mejor manera.

Estaba caminando por una playa pensando en esto. Y entonces se encontró un niñito jugando en esa playa. Y como muy bien sabemos todo lo que les gusta jugar a los niños en la playa, este corría de la orilla del mar hacía un hoyo que había cavado en la arena.

San Agustín se distrae de su pensamiento sobre la Santísima Trinidad y se pone a hablar con el niñito, que era muy lindo. Y le pregunta: Oye, ¿qué estás tratando de hacer con esa agua que sacas del mar?. y el niño le respondió: estoy tratando de meter todo el mar en este hoyito.

San Agustín se ríe y le trata de explicar al niño que eso no es posible. Y el Niño le responde: Agustín eso que trato de hacer es más posible que lo que tú estás tratando de hacer, que es meter el Misterio de la Santísima Trinidad en tu cabeza.

Si San Agustín, que es Doctor de la iglesia, no pudo entender al 100% este Misterio, nosotros no debemos deprimirnos al no entenderlo tampoco, pero si debemos ser humildes y pedirle a este Dios, Padre, Hijo y Espiritu Santo que nos abra la ineligencia para que nunca dudemos de esta verdad de fe.

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