A santa Brígida, patrona de Suecia,
le fue revelada la promesa de la
Virgen de conceder siete gracias a las personas que la honren
y acompañen diariamente, rezando siete Avemarías, meditando en sus lágrimas y
dolores.
En una de sus numerosas revelaciones, la número XIV del tomo segundo, de sus obra de ocho tomos “Revelaciones”, la Virgen le comunicó su deseo de esta forma “Miro ahora a todos los que viven en el mundo por ver si hay quien se compadezca de mi medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Y así tú hija, no me olvides, aunque soy olvidada y menospreciada de muchos, mira mi dolor e imítame en lo que pudiere. Considera mis angustias y lágrimas, y duélete de que sean pocos los amigos de Dios”.
S.G.D.
En una de sus numerosas revelaciones, la número XIV del tomo segundo, de sus obra de ocho tomos “Revelaciones”, la Virgen le comunicó su deseo de esta forma “Miro ahora a todos los que viven en el mundo por ver si hay quien se compadezca de mi medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos. Y así tú hija, no me olvides, aunque soy olvidada y menospreciada de muchos, mira mi dolor e imítame en lo que pudiere. Considera mis angustias y lágrimas, y duélete de que sean pocos los amigos de Dios”.
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